Más de 300 personas se concentraron ayer en la plaza de Faramontanos de Tábara para mostrar su oposición a la instalación de macrogranjas de porcino en diversos municipios de la provincia de Zamora por considerar que son perjudiciales para la vida de los pueblos. "Seguimos en la lucha" se expresó al dar lectura a un comunicado por parte de, entre otras personas, la concejal de la Corporación Local María Mercedes.
Es un acto de protesta convocado por la Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara, que sigue a la organizada en Pozuelo el anterior fin de semana, y al que asistieron vecinos de Pozuelo, Carbajales, Cerecinos, Benavente y otros pueblos según María Mercedes. "Lo hacemos para defender su rechazo a los dos proyectos de granjas porcinas promovidos en Pozuelo y Faramontanos; proyectos de granjas intensivas, cuya producción industrial ocasionará innumerables perjuicios a los vecinos de la comarca, en forma de contaminación del agua, el aire y la tierra, y de pérdida de activos económicos tradicionales y sostenibles" se manifestó en la plaza.
Se pidió a los responsables políticos de alcaldías, de la Diputación provincial de Zamora y de la Junta de Castilla y León "que sean especialmente vigilantes con estos proyectos". "Las granjas de Faramontanos y Pozuelo se encuentran ahora en fase de tramitación administrativa, y en manos de las administraciones está impedir que Zamora se convierta en un cementerio tóxico, dañar de manera irreversible su medio natural y acabar con cualquier alternativa de recuperación de la población en el medio rural" se expresó.
Ante toda la concurrencia se manifestó que "nos siguen vendiendo que las granjas porcinas son negocios que traerán riqueza a nuestra tierra, generando puestos de trabajo, pero es una patraña. La granja de Pozuelo se dedicará a la producción de cerdos de cebo, unos 11.500 anuales, mientras que en Faramontanos se criarán 75.800 lechones al año. Ambas instalaciones estarán altamente tecnificadas, así que requerirán a lo sumo la contratación de dos personas y media para su mantenimiento (y nadie ha garantizado que sean vecinos nuestros). El resto del negocio, los mataderos y la distribución, dejará sus beneficios limpios en otras tierras. Y, mientras, en Tábara se seguirán cerrando los negocios tradicionales".
Para los reunidos Castilla y León no tiene espacio para albergar miles de instalaciones y reparan en que "la escasez de agua es una de las principales razones". "Estamos en tierra de secano, vivimos en pueblos en los que escasea el agua de consumo, y estos proyectos podrían poner aún más en riesgo los suministros" apuntaron ayer en la plaza.
Pusieron de relieve que "la granja de Pozuelo requerirá de 52 millones de litros de agua al año", haciendo hincapié en que mientras "las tierras de regadío toman agua del río Esla, las macrogranjas se la beberán de nuestros acuíferos". Precian que, "en el caso de Faramontanos, la situación es aún más alarmante, pues la granja necesitaría 189 millones de litros de agua al año".
Rechazan las afirmaciones de quienes "dicen que mentimos y que exageramos", y aseguran tener "pruebas de lo que decimos". Subrayan que "nuestro miedo a la contaminación de los acuíferos no es inventado. La granja de Faramontanos se ubica en zona inundable, en terrenos asentados sobre el acuífero de Santa Eulalia. Y la balsa construida para el almacenamiento de purines está permanentemente inundada, con agua procedente del acuífero. En este caso, no cabe duda de que los suministros de agua de Santa Eulalia se verán gravemente contaminados".
Además de la contaminación de los acuíferos, preocupa a la Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara que los purines contaminen el aire con gases tóxicos, además de con sus pestilentes olores. También olerán los cientos de camiones que se acercarán a Pozuelo, de manera periódica, para el transporte de los cadáveres que deje la granja, pues tiene una mortandad estimada del 10 por ciento; es decir, 1.159 cerdos podridos nos perfumarán la comarca anualmente.
"Lucharemos por nuestro futuro, el futuro de nuestros hijos y el de nuestros nietos. Por ello pedimos la inmediata paralización de la tramitación administrativa de las granjas porcinas industriales de Pozuelo y Faramontanos, así como el abandono de los proyectos". Las movilización seguirá el próximo sábado con ante la balsa de Faramontanos.
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