viernes, 21 de diciembre de 2012

D. ARTURO GALENDE. COSAS DEL PUEBLO

 El Sr. D. Arturo Galende Palacios, me ha remitido por correo electrónico, algunos textos sobre Pueblica que ya existían publicados en la antigua página web. Como creo que merecen la pena, los iré intercalando entre distintas entradas para que todos podamos leerlos cuando queramos.



 COMO SE VIVIA EN PUEBLICA DESPUES DE LA GUERRACIVIL
  
Los años que siguieron al final de la guerra española, fueron difíciles en general, acentuándose mucho mas debido el bloqueo económico y político a que fue sometida España desde  1.946 a 1.950, que muchos estados nos cerraron sus puertas, también en gran parte como consecuencia de la 2ª Guerra Mundial.

El 13 de diciembre de 1.946, la Asamblea General de  Naciones Unidas (ONU), acuerda  la retirada de los jefes de misión de España. Solo apoyaron a nuestro país, Argentina, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador y Perú. Hubo 13 abstenciones y una ausencia; el resto de países aislaron  a España, de ahí que se acentuaran los problemas.

Fueron estos países sudamericanos, especialmente Argentina, los que enviaron alimentos para paliar el hambre y la miseria que había. El 7 de Junio de 1.947 viene  a España  Eva Duarte de Perón (esposa del general Perón, presidente de Argentina) y a partir de  esas fechas comenzaron los envíos de alimentos a  nuestro País.

El 4 de noviembre de 1.950, la ONU revoca la decisión de 1.946 sobre España y aprueba la posibilidad de que pueda ser admitida en los Organismos internacionales. Ya había países que tenían relaciones con España; pero el 3 de Enero de 1.951,  lo hacen los Estados Unidos de América y el  l2 de igual mes Francia. A partir de estas fechas comienza el despegue de España.

Los años posteriores a 1.939 en que finalizó la guerra, debido a la escasez de alimentos y recursos en el pueblo, muchos jóvenes emigraron al extranjero en busca de mejor vida; algunos casados y con sus esposas, otros dejando aquí la mujer e hijos y también muchos hacia otras  regiones del norte y este de España, donde la industria  comenzó su despegue  más rápido que en el resto de regiones.

Los que optaron por quedarse en el pueblo, unos por ser ya mayores, otros por atender  al resto de familiares (padres, hermanos menores, etc.), tenían que trabajar con ahínco para poder subsistir. Muchos de ellos compartían el trabajo en el pueblo laboreando las fincas y en épocas que se lo permitían las faenas del campo, lo alternaban como jornaleros o criados en los pueblos próximos o de Tierra de Campos, que los capitales eran mayores; otros en las cortas en las dehesas del duque de Sotomayor, talando o arrancando árboles para hacer carbón etc. etc.

En nuestro pueblo había muchas necesidades, pero al cultivar el campo, con los productos que se recogían, excepto algunas familias; hambre, hambre, no se pasó.

En el año 1.945 o año ruin, como así pasaría a  la historia, hubo muchas dificultades.

El Estado había racionado la mayoría de los alimentos y venia el panadero de Villanueva de las Peras con pan negro que a falta de otro era muy bueno.

Ese año no hubo apenas cosecha de cereales y productos del campo y la mayoría de las familias se vieron en grandes apuros para pasar el invierno y llegar a la nueva cosecha del año siguiente, que por fortuna fue mucho más abundante.

Cuando llegó el verano y empezaron a secarse las cebadas, los más necesitados la segaban y preparaban para llevar parte al molino  y así con la harina, amasarla  y comer pan aunque no fuera tan bueno como el de trigo.  

Por lo general, aquellos que podían más, ayudaban  a los que carecían de alimentos a cambio de ayudas en el campo, etc., aunque siempre había alguno  que cobraba las cosas a precios desorbitados.

El cultivo, casi todo era de secano, cereales como el trigo, centeno, cebada y algarrobas. Leguminosas como el garbanzo y alubias en menor cantidad y casi en exclusiva para el consumo familiar.

A lo largo del arroyo había una franja de terreno que en su mayoría se dedicaba a pastizal  en común para la ganadería del pueblo; vacuno, asnal, mular y ovino y en menor cantidad caballar y cabrio; este último  por las zonas  de montes ,Altar Mayor, Tarcibera y Penosillos.

A uno y otro lado del pastizal  había pequeñas parcelas  dedicadas al cultivo de patatas, remolacha, maíz, etc. regadas mediante  el sistema de pozos con norias en su mayoría; otros con cigüeñales y alguno incluso sacando el agua con cubos o calderos.

Los motores de gasolina “Pivas” no empezarían a usarse hasta los años 1.958 ó 1.960.   En todas las fincas que lo permitían, se hacían pozos con el fin de regar los cultivos para que dieran mejores frutos.

También se arrancaron árboles en las fincas que había muchos (en su mayoría encinas) y se vendía la leña  o se hacían carboneras si se veía que resultaba más rentable vender el carbón.

La producción, casi toda era para el consumo familiar  y del ganado; excepto el trigo que el sobrante se llevaba  a la venta al “Servicio Nacional de Cereales”, dependiente del Estado y lo pagaban al precio que  cada año estipulaba. Se transportaba desde el pueblo hasta Santibáñez de Tera, en carros con ocho o diez sacos que pesaban unos 100 kilos y tirados por las vacas. Allí se descargaban  y a hombros se subían para donde los empleados decían.

La ganadería de vacuno había la necesaria para el  laboreo  de las fincas y se iban vendiendo las vacas mayores cuando alguna de las nuevas crías valían para trabajar. Las crías machos se vendía al destete y eran muy apreciadas por su sabrosa carne y si algún macho se dejaba, se empleaba en el laboreo unos años,  y después se vendían como “bueyes” para la zona de la “Valdería”, tierras limítrofes a Benavente y La Bañeza, donde los explotaban tirando de grandes carros con hasta 3.000 kilos de remolacha azucarera.

El ganado que más se comercializaba era el ovino. Había  hasta tres rebaños de ovejas con 1.000 y hasta 1.500 cabezas cada uno. Eran propiedad de casi todos los vecinos, si bien algunos no tenían ninguna y otros podían llegar hasta 50  cabezas.

Todos los años se vendían las crías machos, emparejadas con las madres, ya mayores, que se iban reponiendo con  las crías hembras. De éstas pocas se vendían.

Por entonces las ovejas no se ordeñaban, solo se hacía con las cabras, cuyas crías se vendían como lechales y después la leche se utilizaba para el consumo de la casa, e incluso algunos la vendían  a algún funcionario del pueblo, si le sobraba.

Que yo recuerde solamente tenían una  vaca lechera el  señor Norberto y la señora Ramona, y la leche  la vendían  a los funcionarios del pueblo y alguna persona que por necesidad la necesitase.

Algunos pagos como “Los Escobales”, “Las Primeras”, Majal de las Vacas”, “Valchiquero” y otros menores, se dedicaban al cultivo de la vid para hacer vino para el consumo familiar; aunque había algún vecino vendía el sobrante a unos señores que venían de  tierra de Tábara y lo transportaban en grandes pellejos de cuero.

Años mas tarde  los vecinos que podían plantarían más viñas y las uvas sobrantes se llevaban a vender en grandes cestos de hasta 100 kilos cada uno, en los carros tirados por las vacas o mulas, hasta la bodega del señor Chana en Santibáñez de Tera.

Resultaba muy pintoresco que entre el viñedo había muchos cerezos, y cuando florecían  y maduraban las cerezas, era una delicia observar el paisaje, el color blanco y rojizo a todo lo largo y ancho.

Aunque las cerezas eran pequeñas, eran muy dulces y deleitaban a todos cuantos podían saborearlas. Debido a la gran cantidad que había se iban a vender a los pueblos en un radio de unos 40 kilómetros. Se transportaban  en unos cestos de unos 30 kilos cada uno en las caballerías, uno a cada lado.

En las épocas de venta de cerezas y recolección de cereales, desde junio a septiembre, el trabajo era continuo e intenso, desde muy temprano hasta que oscurecía.

No había horarios y los trabajos muy penosos.

No había máquinas, todo era manual con herramientas rudimentarias que hoy son de museos, (hoces, algún guadaño, arados de madera, de orejeras, de vertedera y lo clásicos carros tirados por vacas y alguno por mulas. A partir de 1.960 comenzaron algunos a comprar tractores y máquinas segadoras, primero tiradas por las vacas o mulas y años mas tarde ya con motores.

La construcción de la carretera que pasa por el pueblo, comenzó sobre el  año 1.950; entonces todos los que podían trabajaban en ella, unos fijos y otros en temporadas que le permitían sus faenas agrícolas. No pagaban mucho. Los jovencitos entre 16 y 18 años, 14 pesetas diarias  y los mayores creo  eran 18 pesetas; todo esto contribuyó a que el pueblo resurgiera de su pobreza.

Las casas, los cimientos estaban hechos de piedras y las paredes de tapiales de tierra y adobes. Las fachadas  cubiertas de barro envuelto con pajas finas y  alguna, muy pocas, con cemento. Las habitaciones  blanqueadas con cal y los techos con tablas de madera y en la planta alta, encima  de las tablas y en toda su extensión, se usaba para almacenar  los cereales  y demás cosecha.

El techo recubierto de ripia de jaras por encima de listones de  madera  y las clásicas tejas para evitar la penetración del agua.

Las cocinas  se encontraban fuera del cuerpo de casa, y era donde mas tiempo se estaba al calor del fuego,  única calefacción que existía. La luz que había era la producida  por los famosos candiles, bien de petróleo o de aceite y años mas tarde de carburos. Pueblica tuvo muy mala suerte con la luz eléctrica. La llevaban desde Friera de Valverde, pero utilizaron troncos de negrillo secos, que cada poco tiempo debido al viento y agua se caían, lo que hacia que muchos días no hubiera luz, terminando por desaparecer la línea y quedamos sin luz varios años.
Unos años mas tarde desde Morales de Valverde, la empresa entonces Iberduero, con un tendido ya mejor, suministraría la luz ya de manera definitiva.

Actualmente con la concentración parcelaria, la canalización  de riego para algunas zonas del término, la distribución en parcelas individuales por el Ayuntamiento, de la zona de pastizal común a uno y otro lado del arroyo “Zamarrilla” todo de regadío; unido a la mejor mecanización para el laboreo, hace que se cultive mejor, y muchas fincas producen excelentes patatas, puerros, remolacha azucarera, lechugas y otras variedades muy apreciadas.

Si a todo esto  se une la pavimentación de las calles del pueblo, su nueva plaza al lado del Ayuntamiento, la ampliación y mejora de la carretera, construcción de nuevas viviendas; y  además  la existencia  del restaurante “Furones” ubicado sobre la carretera, en el que se celebran con mucho éxito, toda clase de banquetes sociales; y el bar  “Lar”  también muy acogedor, junto a la plaza al lado de la iglesia; es un acicate para visitar la población, sobre todo en sus fiestas, y en la recolección de las famosas cerezas, que en abundancia se producen en el pueblo.

Animo a todo el que así lo desee, a  mejorar este trabajo en beneficio de nuestro querido pueblo, y del Valle Valverde. Saludos.


                                        Arturo Galende Palacios                                    



CALENDARIO SOLIDARIO. COMENTARIOS



Por su especial significado y por lo que puede suponer en el ánimo y espíritu de todos, reproducimos a continuación algunos comentarios enviados con motivo de la edición del Calendario Solidario.

COMENTARIO Nº 1.-

En primer lugar quiero dar las gracias a “salcobar”, por su iniciativa de poner este blog a disposición de todos aquellos que deseen colaborar en la difusión de costumbres y vivencias de nuestro pueblo, para hacerlo más conocido en la comarca, provincia y otros lugares donde llegan las nuevas técnicas de Internet.
Animo a todos aquellos que lo deseen a que mejoren todos aquellos artículos que se publiquen, respetando siempre las distintas opiniones, que cada cual pueda sugerir.

Me ha llenado de alegría e ilusión la iniciativa de este grupo del pueblo, elaborando un calendario para el año 2013, con distintas fotografías de los paisajes o lugares más emblemáticos del mismo.
Igualmente su solidaridad sin ánimo de lucro con la recaudación del importe, en beneficio de los más necesitados de la provincia, hace que tanto sus organizadores como el pueblo en sí; denoten que en todos existen valores humanos dignos de admiración.

Leí el artículo en el diario “La Opinión de Zamora”, sobre este hecho y me dio un salto el corazón, que hizo brotar alguna lagrimita de emoción; pero cuando abro este blog y lo he visto en el mismo, me veo obligado a agradeceros a todos, vuestro interés en la difusión y divulgación del calendario solidario, lo que  a la vez  hace que nuestro pueblo también lo sea.

Un abrazo a todos, adelante con otros similares y FELICES FIESTAS
argapa


COMENTARIO Nº 2.-

Me siento muy orgullosa de mi pueblo. Ojala se nos conociera en todos los sitios, por cosas como estas, y no por otras, que a mi personalmente no me representan. Con esta iniciativa de ayudar a los que lo necesitan me siento muy orgullosa de ser de Pueblica.






INICIATIVA, ILUSION Y CORAZON

Estos son los valores que hacen sentirse orgullosos de nuestro pueblo. Ole, ole y ole por todas y todos los que han puesto en marcha esta iniciativa.
Este que transcribimos a continuación es el reportaje publicada el día de hoy en La Opinión de Zamora.

Pueblica edita un calendario para recaudar fondos destinados al Banco de Alimentos

Los 400 almanaques con imágenes del pueblo se venderán a cinco euros ejemplar


"Un sencillo calendario con fotografías de lugares emblemáticos de Pueblica de Valverde es la apuesta por la que un grupo de vecinos se ha inclinado para promocionar su pueblo a la vez de adoptar un iniciativa solidaria. La organización no gubernamental Banco de Alimentos en Zamora será la institución a donde irá a parar la recaudación íntegra de la venta de 400 calendarios del año 2013, al precio de 5 euros cada ejemplar. Una cantidad económica que permitirá «paliar algunas carencias de familias necesitadas», asegura una de las vecinas de Pueblica y que forma parte del grupo impulsor de esta iniciativa solidaria. María Ángeles Palmero no duda en resaltar que todo el dinero que salga de la venta será para el Banco de Alimentos.

En la iniciativa se han volcado casi todos los vecinos quienes han visto con buenos ojos la decidida apuesta del grupo impulsor elogiando a la vez las instantáneas fotográficas elegidas del pueblo.

Un total de seis fotos de lugares de Pueblica se muestran en el anuario. En el lugar central, los cerezos que proliferan por la localidad y cuyos excelentes frutos han llegado a traspasar el valle de Valverde, dejando buen sabor de boca por los valles del Tera y de Vidriales, así como en los diferentes puestos de venta de los mercados. El conjunto de fotografías, en una alineada maquetación dispuesta por un joven vecino formado en Bellas Artes, viene a resaltar el edificio de la iglesia del pueblo, la laguna de «las Pedreras» junto al camino de Faramontanos, la fuente del camino de Friera y una vista general de Pueblica desde un altozano.


Los primeros ejemplares del calendario solidario del 2013 se han quedado ya en muchas casas de Pueblica, otros han ido a parar a Tábara, a Perilla de Castro, Friera y las localidades próximas. Otros más han llegado a recorrer muchos kilómetros.

Con el objetivo de difundir los valores positivos del pueblo, el importe de la venta de los calendarios se utilizará para la compra de entre 1.500 y 2.000 kilos de productos alimenticios básicos: tales como arroz, pasta, azúcar, leche, etc. con el objetivo de ayudar a familias necesitadas como destinatarias finales del reparto que tendrá que realizar la ONG en Zamora del Banco de Alimentos."

Desde aquí desear felicidades a los convecinos y agradecer esta muestra de solidaridad y buen corazón en nombre de todos. Estamos convencidos que se venderían muchos más de los editados.

 ENHORABUENA






lunes, 10 de diciembre de 2012

PASEO EN PARAMOTOR POR PUEBLICA

PASEO EN PARAMOTOR



Coloca el cursor encima del enlace y pincha. Se ve parte del término municipal y casi todo el pueblo. Es curioso.