viernes, 23 de junio de 2017

DEMOGRAFIA


 Actualizado: 

La mayor parte de la España rural -la gran mayoría del país en términos de superficie- se desangra demográficamente a un ritmo medio de cinco habitantes menos cada hora. En el último trienio, la España rural ha perdido población a un ritmo promedio de 45.000 habitantes menos cada año.

De los últimos datos oficiales de población certificados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se desprende que el problema del desierto demográfico, lejos de frenarse, se sigue acentuando. Lo ha seguido haciendo de forma drástica durante el último año, en el que se ampliado la lista de municpios en riesgo más o menos severo de despoblación y, además, la mayoría de esos municipios están demográficamente condenados, con censos cada vez más envejecidos y sin capacidad de garantizar siquiera mínimas tasas de natalidad.

De los 8.124 municipios que hay en España, 4.983 están amenazados por la extinción demográfica, al subsistir con menos de 1.000 habitantes empadronados y estar afectados, de forma más o menos intensa, por procesos de regresión vegetativa. Una gran parte de todos ellos registran tasas nulas de natalidad desde hace años, en algunos casos desde hace incluso décadas.


La situación más exterma la sufren 1.321 municipios que ya ni siquiera pasan de los 100 empadronados -y es habitual que el padrón oficial sea más elevado que el de la población real que vive habitualmente en esas pequeñas localidades-. Estos 1.321 conforman la lista negra de municipios en riesgo extremo de extinción, una lista negra que se agranda mes a mes. Durante 2016, según los últimos datos oficiales del INE, 35 localidades más engrosaron el grupo de pueblos en riesgo extremo de extinción demográfica. Esto significa que en España, por término medio, cada quince días hay un pueblo más en máximo riesgo de desaparecer, de quedar borrado del mapa a medio plazo, convertido en pueblo fantasma.

El pasado enero, el informe «Población y Despoblación en España 2016», difundido por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), alertaba de una crítica situación que ahora, apenas seis meses después, se confirma agravada a tenor de los últimos censos de población avanzados por el INE.


En el 90% del territorio, el 20% de la población.

El fenómeno de la despoblación agrava la crisis demográfica que arrastra España, al combinarse una doble problemática: ser pierde población en cómputo global y, además, cada vez se da una mayor concentración demográfica en las ciudades, y una despoblación más acusada en la mayor parte del territorio nacional.

La España rural ocupa el 90% del territorio nacional. Sin embargo, solo concentra el 20,7% de la población total del país. De los 8.125 municpios que hay en España, 7.376 no pasan de 10.000 habitantes. Y, de este grupo, la inmensa mayoría (3.975) tienen menos de 500 empadronados.
Envejecimiento cada vez más acusado

El problema se multiplica por el envejecimiento progresivo de las pequeñas localidades: hay una correlación directa entre envejecimiento y despoblación. Cuantos menos habitantes tiene un municipio, más alta es la media de edad de su censo de habitantes. Los últimos datos oficiales son reveladores a este respecto: la edad media del conjunto de la sociedad española es de 42,9 años, pero en las áreas rurales se dispara, lo que hunde -en muchos casos hasta el cero absoluto- sus tasas de natalidad.

En el grupo de localidades españolas de entre 2.000 y 5.000 habitantes, la edad media alcanza los 44,3 años; en los municipios de entre 2.000 y 5.000 habitantes esa media se eleva a 47,2 años; a 48,8 asciende en el grupo de localidades de entre 500 y mil habitantes; y en los pueblos de menos de 500 habitantes la media de edad se dispara por encima de los 50 años. El caso extremo se da en los municipios de menos de 100 empadronados, en los que la media de edad roza los 60 años (57,7)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sorprendente. Animo.